Fascitis plantar y espolón calcáneo
La fascitis plantar se caracteriza por la inflamación de la fascia plantar del pie, una fascia de tejido fibroso que recorre toda la parte inferior del pie, desde el hueso del talón hasta los dedos, que sostiene el arco del pie y ayuda a absorber el impacto transmitido por el suelo al caminar. Esta dolencia afecta a alrededor de 1 de cada 10 personas a lo largo de su vida. El espolón calcáneo es una protuberancia ósea que se forma en la zona del talón y puede ser una complicación de la fascitis plantar. Ambas afecciones se producen debido a la sobrecarga de la zona, como resultado de microtraumatismos debidos al uso excesivo repetido.
Patologías del pie más frecuentes
Síntomas
La fascitis plantar provoca dolor alrededor del talón y la planta del pie, que es más intenso cuando da los primeros pasos del día o tras un periodo prolongado de reposo. El dolor también se hace más intenso cuando dobla el pie y los dedos hacia la pierna.
Factores de riesgo
Actividades que ejerzan presión sobre la fascia plantar, como trabajos que requieran estar de pie, como enseñar o servir mesas, o ejercicios de alto impacto sobre los pies, como correr o realizar saltos múltiples, especialmente con calzado inadecuado o si no está físicamente preparado para esta actividad; Pies planos o planos; Edad avanzada; Exceso de peso y obesidad; Uso de calzado inadecuado con poca amortiguación o soporte para el arco del pie; Patrón de marcha inusual que ejerza una presión excesiva sobre la fascia plantar.
Factores de protección
Adapte el calzado al arco del pie y con una amortiguación adecuada del impacto del suelo; Evite caminar durante largos periodos o hacer ejercicio sobre superficies duras como el asfalto; Mantenga un peso saludable; Estire la fascia plantar y el tendón de Aquiles antes y después de la actividad física; Limite las actividades físicas de alto impacto como correr y dé preferencia a las actividades aeróbicas de menor impacto como la natación o el ciclismo, si esto no es posible intente alternar actividades de alto y bajo impacto.
Tratamiento
Se recomienda reposo, evitar caminar descalzo sobre superficies duras y aplicar hielo o una compresa fría en la fascia plantar durante 15-20 minutos seguidos y repetir la operación 3 ó 4 veces al día, y puede ser necesario tomar analgésicos orales para controlar el dolor. Deben realizarse ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de la fascia plantar, y si tiene pies planos o planos es esencial el uso de plantillas o taloneras. Puede utilizar una férula de estiramiento de la fascia por la noche, que permite extender la fascia plantar mientras duerme. Algunas plantillas ortopédicas para el tobillo también pueden ayudar a aliviar los síntomas de la fascitis plantar debida al pie plano.
Información: Toda la información aquí contenida es un mero resumen para una comprensión general de las patologías, destacando su definición, síntomas, factores de riesgo, medidas de protección y opciones de tratamiento.
Consultar a un profesional sanitario especializado es esencial para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento eficaz.
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